Quiénes somos
El Instituto Miguel Cané abrió sus puertas en marzo de 1989, con el deseo de una familia fundadora interesada por proponer un proyecto educativo innovador en el partido de La Matanza; que cubra las necesidades de su comunidad.
Para lo cual impulsa una propuesta pedagógica creativa, dinámica y renovada, que se ajuste a los requerimientos de los nuevos tiempos.
Misión
Ofrecer un servicio educativo que asegure a los alumnos una educación de calidad que contribuya como factor estratégico para cubrir las necesidades de los nuevos tiempos.
Que desarrolle y afiance paulatinamente su pensamiento crítico y creativo.
Que estimule su interés por la cultura.
Que los forme como sujetos competentes en donde se favorezca el desarrollo de sus habilidades para acceder a mejores condiciones de vida, aprendan a vivir en forma solidaria y democrática y sean capaces de transformar su entorno como ciudadanos responsables; preparados para enfrentar los cambios científicos, tecnológicos y de nuevas formas de trabajo.
Visión
Nos proponemos ser una Institución que brinde una educación de calidad, que garantice la formación integral de los alumnos y las alumnas a través de modelos didácticos integrados, alentando la investigación permanente, favoreciendo y estimulando la creatividad con apoyo de las ciencias, la tecnología y las lenguas extranjeras orientando el aprovechamiento de sus recursos.
Teniendo como objetivo rector y constante el desarrollo del pensamiento crítico que con la creatividad y el saber fortalecen la inserción de nuestros alumnos en una sociedad cambiante y compleja.
Valores
Nuestra Institución Educativa pretende basar su accionar pedagógico en valores éticos, morales estéticos y humanos. Asumiendo valores de respeto a la dignidad humana, libertad, solidaridad, tolerancia, justicia y verdad, honestidad, prudencia, responsabilidad, autodominio, optimismo, superación, comprensión, bondad, lealtad, puntualidad, responsabilidad, decencia, sensibilidad, comunicación, voluntad, respeto, sencillez, servicio, gratitud y sinceridad.
Pretendiendo concretarlos en el accionar cotidiano de todos los que integramos la Comunidad Educativa.